MARTINA ANGELICA MARQUEZ IBARRA
En efecto, ese 22 de diciembre del 2001, el tiempo se detuvo...
Tus padres Chacha y Miguel, tu hermano Ulises, tus tíos, primos, sobrinos y vecinos y conocidos muchos, a todos nos llena de júbilo el haberte conocido y tratado, por que eras de esos seres que son únicos, de los que tienen luz propia. Así como las estrellas brillan en el firmamento, tú ahora eres la lucecita que ilumina el corazón de todos quienes te amamos y recordamos por siempre.
Angie fue altruista, siempre buena amiga, confidente y consejera. Dedicó su vida a la ayuda al prójimo desde muy pequeña, posteriormente ingresó a Cáritas Diosesana, sitio donde se entregó de lleno a la asistencia a los más necesitados.
En tus 23 años nos dejaste una profunda e indeleble huella y el ejemplo de cómo se debe vivir: con alegría en el corazón