Maestro Cornelio Valenzuela y Sra. Ana Marìa Muñìz:
Escasas veces en mi vida he visto un matrimonio tan unido y tan bello como el de ustedes. Poseìan una categorìa especial de personas, de esas que cuando se marchan dejan huella profunda en cada rincòn por donde pasaron.
Me vì honrado con su amistad y hoy con dolor en mi corazòn tengo que escribir èstas lìneas. Harìa hasta lo imposible por que sus excelentes hijos no tuvieran que pasar por èste enorme trance pero sè que nada puedo hacer pues no soy màs que un pobre e insignificante ser humano sin esas divinas facultades, pero lo que si puedo hacer es elevar una oraciòn por sus almas y recordarlos con mucho respeto, cariño y agradecimiento por evitarme pasar el 24 de Diciembre anterior, una navidad en absoluta soledad y abandono.
Mi querido Hugo, recibe tu y tus hermosas hermanas, un fuerte abrazo de alguien que tù sabes los aprecia y los quiere.
Tus padres sembraron en ustedes todo ese amor y rectitud que hoy es parte de sus principales caracterìsticas que irradias junto con ellas y los hace sobresalir y no ser del montòn.
Gracias Hugo por tu amistad, te quiero amigo.
Miguel Anguiano Carlos
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