Amable funcionaria

Olga Margarita García de Torres

Falleció el pasado viernes, conocida en el ambiente político como mano derecha del ex gobernador Patricio Martínez.
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Fue ella precisamente quien detuvo la cabeza del ex gobernador cuando sufrió el atentado del 2001: "Escuchó el disparo e inmediatamente corrió a buscarme, al verme no gritó ni lloró, al contrario tomó el control y dio las instrucciones para cerrar los accesos", narró ayer el exmandatario.
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La tristeza se sentía en el aire, cientos de personas llegaron hasta el filo de su ataúd para darle el último adiós, y otras tantas más no quisieron llegar tan lejos, pero la recordarán por las acciones que en vida hizo.
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"Doña Olguita era la persona que cada domingo se instalaba con la cerámica, duró como 25 años enseñando a las personas a pintar cerámica y nunca faltó", expresó el ingeniero Enrique Prieto, titular de mantenimiento de la ciudad deportiva.
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Por igual trataba a gobernadores, presidentes municipales como al más humilde de los ciudadanos que pedía una audiencia con el gobernador. Doña Olga García trabajaba con gran entrega, con verdadero espíritu de servicio, con sencillez, con constancia, pero sobre todo con amabilidad.
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Nacida el 29 de mayo de 1956 en Santa Isabel, Chih., le sobreviven su esposo Lorenzo Torres Jurado, sus hijos Pavel y Karla Iveth Torres García, además de sus hermanos Jorge, Manuel, Teresa, Sergio y Francisco, y ni qué decir a los cientos y cientos de chihuahuenses que le extrañarán en cualquiera de sus facetas, como madre, como hermana, como amiga y como ser humano.
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Alejandro Chávez/El Heraldo de Chihuahua