En el municipio de Emiliano Zapata, Mor., el alcalde Fernando Aguilar, escudado en la fuerza pública, sepultó el cadáver del Director de Obras Públicas Gumaro Martínez en una cancha de futbol que se localiza a un lado del cementerio local y quien, durante su encargo, debió realizar los trámites para canjear el predio adjunto del panteón, por otro donde reinstalar un nuevo campo de balonpié, lo cual nunca hizo.
Ahora la policía resguarda la tumba pues vecinos y ligas deportivas están molestas y los han enfrentado violentamente debido a la actitud poco ética y la falta de sensibilidad del Edil.
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