
Fuiste una persona especial que nunca se dió por vencido, luchaste desde el principio hasta el final, hasta el último aliento, tu cuerpo se cansó, no resistió, pero tu mente y corazón siguieron en la batalla por la vida.
Querías permanecer al lado de tu familia, tu esposa, tus hijos y tu nieto...y sobre todo con un espíritu vencedor. Ahora estás en un lugar mejor, cerca de Dios y te recordaremos cómo lo que fuíste, una persona admirable, un luchador incansable y valiente hasta el último latido de tú corazón.
Siempre te recordaremos.
Familia Aguilera Escobedo
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