Les agradezco sus lágrimas, eso me dice que me extrañan;
les agradezco su risa, eso me dice que me recuerdan sonriendo;
les agradezco que platiquen de mí, eso me dice que no me olvidan.
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Mis momentos de dolor terrenales se desvanecieron por completo
y me dieron paso a la perfección, pues ahora veo la Gloria y plenitud de mi Padre, ahora gozo de la vida eterna. Todo es perfecto.
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María Ismaela Sánchez Hernández
Primer Aniversario
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