Música del Alma

jueves, 1 de abril de 2010

La muerte ante los infantes

La psicóloga especialista en tanatología para niños, Vicenta Hernández Haddad, recomienda explicar, hablar claro y sin especulaciones, con los niños ante casos como la muerte de la pequeña Paulette Gebara Farah, que han sido expuestos en los medios de comunicación. Como todo en la vida es mejor que la verdad la sepan de nosotros y no por otro lado". Explicar la muerte de un niño a otro niño es tema de cuidado y claridad, pero en éste caso en el que pudiera estar involucrado un familiar la situación es más delicada. "Los niños observan en las familias cómo sus padres se impactan también ante las noticias en los medios de comunicación y esto me parece que es sano, porque la pérdida de la capacidad de asombro es lo que ha llevado también a perder muchos límites" La psicóloga, quien también cuenta con un taller para menores que afrontan un duelo, recomienda: Siempre decir la verdad -aunque no completa- y evitar decir cosas que te lleven en el futuro a tener que confesar que hubo una mentira. Aceptar que la muerte es una experiencia de la cual ningún ser humano puede sustraerse. Es preferible que los niños escuchen hablar de muerte mucho antes de estar involucrado en un proceso de duelo. Si hay enfermo en la familia no se le debe ocultar a los menores. Hay que darles la misma oportunidad de asimilar poco a poco la idea e incluso poder despedirse del enfermo. Ser congruente con los valores religiosos pero no convertir a la persona muerta en mariposa, ni en ángel, ni en estrella. Mucho menos decir cosas como "Diosito necesitaba un angelito junto a él". Muchos niños sienten enojo contra Dios porque lo perciben egoísta: "¿Por qué Dios se llevó a mi papá para hacerle compañía si yo también lo necesito?". "¿Por qué no se llevó a otro papá?". No se debe esconder nuestros sentimientos pues mostrarlos ayudará a ver como natural el dolor en la vida del ser humano al perder un ser querido. Duelo no resuelto en su momento será un duelo pendiente en la vida. Los niños también pueden evadirse de la realidad, ayudémosles a darse cuenta del significado de esa pérdida.
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laopcion.com

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