André Tchaikowsky, un judío polaco que escapó del Holocausto y murió de cáncer en Gran Bretaña en 1982 a la edad de 46 años, donó con ese fin su cráneo a la Royal Shakespeare Company.
El cráneo del músico lo utilizó finalmente veintiséis años después de su muerte el joven actor británico David Tennant en una reciente producción de Hamlet en Stratford, la ciudad natal de Shakespeare
David Howells, responsable del archivo de la compañía, confirmó que era la primera vez que se utilizaba el cráneo en una función de Hamlet aunque se decidió no comunicar ese hecho a la audiencia hasta acabadas las representaciones.
Para poder emplearlo finalmente en la famosa escena del cementerio con Horacio, la compañía shakespeariana tuvo que obtener un permiso de la agencia responsable de los tejidos humanos (la Human Tissue Authority) al tener el cráneo menos de cien años de antigüedad.
elpais.com
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