Abrazos fuertes, cuerpos tibios
besos húmedos y candentes
siluetas firmes y armoniosas
instinto que erotiza
sensaciones fabulosas.
Locos de placer...
siempre muy enamorados
amabamos sin freno alguno
sin cometer jamás perjurio
pues...fieles fuimos cual ninguno.
Sin barreras ni censura
había amor, fé y entendimiento
pero no todo era sexo
de palabra, convicción y pensamiento
¡nos queríamos exprofeso!
Hoy lo sé amada mía
que decisión fué del Creador
más mi herida emana aún
al recordar el triste día
que a la vida decías adiós.
Hoy, recibe como en vida
éste gran ramo de flores
y escucha de su pecho el canto
de ese par de ruiseñores
que revolotean el solitario camposanto.
Aquí en tu morada
yo te juro serte fiel
sereno y paciente esperaré
a que el día en que Dios lo mande,
hasta el cielo...en mi barca partiré...
Miguel Anguiano Carlos
Septiembre 13, 1998
No hay comentarios:
Publicar un comentario