La verdad que éste video me arrancó algunas lágrimas. Las palabras salen sobrando.
El amor de nuestros padres es tan grande y lamentablemente hay veces que no lo valoramos, no por que seamos malagradecidos, sino por que no nos enseñaron desde nuestra niñez a ser cariñosos y expresivos.
Nos ha tocado vivir en una generación de bruscos cambios sociales. Por un lado nuestros padres fueron duramente educados tanto en casa como en la escuela. Quien no recuerda las pláticas de nuestros abuelos de los famosos "reglazos" del profesor con las manos extendidas del alumno.
Pues bien, en mi caso particular nunca hubo violencia intrafamiliar, pero si una ausencia total de palabras bonitas y apapachos sabrosones. Tuvimos unos padres buenos proveedores y consentidores en lo material...pero olvidaron lo afectivo.
Ahora mis hermanos y yo "semos" muy consentidores y cariñosos con nuestros vástagos, lo cual me satisface, pues queremos tratar a nuestros hijos como nos hubiera gustado que nos hubieran tratado a nosotros.
Pero, mucho ojo, advirtamos a tiempo no caer en la sobreprotección y aclaremos con ellos que aunque los queremos con todo el corazón, deben sujetarse a las reglas de la casa y de la sociedad misma.
Desde aquí envío un beso bien tronado a mis difuntos padres que no los cambiaría por nada. Ellos hicieron muy buen trabajo y fueron buen ejemplo para nosotros sus hijos y nietos. Los amo.
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