Sin hacer menos a nadie, mi queridísimo Doctor Jorge Ruvalcaba, gracias por su apoyo, pero ya ve "el hombre propone y Dios dispone"
Papás, hermanos, hijo mío, ya no lloren por mí, al contrario, den gracias a Dios por que mi sufrimiento físico ha cesado y mi sufrimiento espiritual el Creador lo ha sanado.
Recuérdenme cómo lo que fuí, una mujer carismática, alegre y muy luchona, con más de 14 años retando a la vida por sobrevivir.
Desde donde estoy les mando mis bendiciones y mi profundo agradecimiento a todos los que compartieron conmigo mi enorme lucha por sanar mis heridas.
En donde estoy sólo hay paz y regocijo, el Creador ha borrado todo padecer, regocijémonos en El, ya no lloren por mí, créanme, yo ya no sufro, vivo en un enorme remanso de paz.
Los amo
Adriana Valverde
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